Cuando un médico comete un error, es sometido a un juicio denominado de “mala praxis”; y la pena es el resarcimiento a las victimas por el daño infligido. En la mayoría de los casos estos juicios llevan a la ruina a los profesionales enjuiciados.
No he visto para otras áreas, la contundencia de este sistema, y mucho menos para groseros errores en el estado, gobierno, legislación o justicia.
Específicamente en el área de la justicia, la existencia de mala praxis de los jueces, la deciden sus propios colegas, acompañados de senadores y diputados, en el consejo a la magistratura a través de un jurado formado por siete miembros. Lo que deciden es si continua o no en sus funciones; y si de sus actos se desprenden consecuencias muy graves (liberación de presos antes de cumplimiento de condena que continúan cometiendo crímenes), no tienen responsabilidad…y al no tenerla, consecuentemente no tienen preocupación, porque ese tipo de daño infligido no es medible ni censurable.
En el día de hoy se dejó sin efecto a la denuncia contra el juez Axel López, cuya probada incapacidad y su conocida política de protección a delincuentes; filosofía nominada “garantismo”, trajo como consecuencia el asesinato de personas.
El juez López, defendido en este proceso por el ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni, fue acusado por haber concedido al preso Juan Ernesto Cabeza, condenado a 24 años de prisión por cuatro delitos de violación, el beneficio de la libertad condicional, apartándose del dictamen del Cuerpo Médico Forense, que advertía en forma concluyente sobre un serio riesgo de reincidencia por parte del nombrado". Cabeza, en medio de sus salidas transitorias, asesinó de Tatiana Kolodziez, en octubre de 2012.
Entonces surge la pregunta sobre que es derecho humano, quien lo posee, y como se lo protege. La sociedad argentina vive acosada por el incremento exponencial del delito cruel y violento, que arrasa con viejos, mujeres, familias etc. Por lo tanto la victima es la que posee el derecho de ser protegida y el estado debe garantizar esta protección. Contrariamente a esto, los victimarios o criminales, han obtenido derechos que les abren camino para continuar con su prolífica labor.
Una extraña similitud con “El Gabinete del Dr. Caligari” aparece en escena sin que sepamos taxativamente quien es el Wiene posmoderno que dirige el espectáculo, aunque puedo extrapolar claramente a Caligari y Cesare. Suena terrorífico porque aquella pelicula anticipó los horrores de Alemania años después.
Porque razón son los victimarios los protegidos, porque las victimas desatendidas, maltratadas, sospechadas y hasta enjuiciadas (Dios me libre si alguien decide defenderse de un criminal y lo lastima; la justicia y los familiares del delincuente caerán sobre usted en operación conjunta).
Que pasó con la moral, con la ética, con los buenos gobiernos y con las sociedades justas. Con la bondad y con la maldad en contornos definidos. Los bandidos en las cárceles, los honestos libres: Pues que se ha invertido, los ciudadanos honestos en sus respectivas y frágiles cárceles, los bandidos a la calle.
La sociedad debe reaccionar, y de alguna manera debe hacerlo y detener el flagelo, con mecanismos democráticos idóneos, claro esta, para evitar la penetración antidemocrática . De no hacerlo, comenzarán a aparecer nuevos conceptos sobre moral, nuevas visiones sobre el concepto de sociedad justa y progresivamente iremos retrocediendo hasta llegar a los salvajes orígenes de la humanidad.
El contrato social puede romperse por violación de una de las partes. Nosotros, los todos y los nadie, que hemos cedido derechos por una vida mejor, hemos cumplido el pacto.
La MALA PRAXIS ignorada suceso tras suceso, nos va haciendo escépticos y nos empuja creer. que la democracia esta haciendo agua, porque el fondo de la nave insignia, la república, ha sido perforado por la inoperancia o la conveniencia o ambos a la vez; o vaya a saber que otra siniestra y diabólica criatura.
No les demos señales erróneas a nuestros genes, que pueden volver a salirnos escamas….o garras.
