OSCAR WILDE, LA LITERATURA Y
ARGENTINA
Raul O. Simoncini
Como estoy en la etapa de leer
toda la literatura clásica pendiente que pueda; comencé con algunas obras de teatro del
genial siempre: Oscar Wilde, y me concentré en la pieza de teatro “Un Marido
Ideal”.
De Wilde había leído sus obras
mas conocidas tanto en Teatro, como novelas y cuentos, pero teniendo a mi disposición su antología me puse en esa tarea.
En la obra de teatro, se
menciona a Argentina en varias ocasiones. Estas menciones se encuentran en el
primer acto, durante una conversación entre Mrs. Cheveley y Sir Robert
Chiltern. Aquí, Mrs. Cheveley hace referencia a sus viajes y menciona a
Argentina como uno de los países que ha visitado.
Lo curioso es que en la
conversaciones entre esos personajes principales, Mrs. Cheveley le solicita a
Sir Robert Chiltren que le ayude a cambiar una decisión del parlamento para que
se autorice al gobierno Británico a considerar
de interés la construcción de un Canal,
que ya había sido rechazado por considerar irregular todo el proceso y estar vinculado a sobreprecios y corrupción.
Como Wilde menciona a la
Argentina como el lugar en donde se iba a realizar el proyecto, me puse a
investigar si había algún asidero en la realidad histórica nacional vinculada a
ese pasaje y me llevé una sorpresa.
Durante la década de 1890, uno de los
proyectos de infraestructura más significativos en Argentina fue el Canal de San Fernando.
Este canal fue proyectado para mejorar la navegación y el transporte en la
región del Delta del Paraná. La construcción de este canal era parte de un
esfuerzo mayor para modernizar las vías fluviales del país, facilitando el
comercio y la comunicación en una época en la que el transporte fluvial era
crucial para el desarrollo económico.
Oscar Wilde escribió "Un Marido
Ideal" en 1893, y la obra se estrenó en 1895. Durante ese período,
Argentina tuvo dos presidentes:
Decidí no seguir en la búsqueda de datos, dado que ya había sido un, escandalo en su época y motivos de acusaciones e intervención judicial.
Si bien Wilde, supongo, que enterado del suceso lo utilizó para dar verosimilitud a tal obra, sospecho, y luego mofarse de la liviandad de personajes de la sociedad londinense, no deja de mostrarnos una realidad.
Cuando se me pase la bronca terminaré de leer la obra que por otra parte es exquisita.