viernes, 10 de marzo de 2017

DISPAREN SOBRE LA VERDAD

Microensayo sobre la involución de la calidad de la política o de por qué los estados democráticos agonizan.

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 8:31-38)

"La verdad es una cueva en las montañas negras…" (Leyenda Celta)

800px-BLW_Truth_and_FalsehoodCierta clase de políticos o cierta  gente que pertenece a una agrupación política, no opina según su razón o convicción honesta, sino según la necesidad partidaria de poder o dominio.

Ese es el arte de la política hoy: Ni Sócrates,  Sum Tzu, John Locke,  Karl Marx,  Adam Smith, Antonio Gramsci  o a quien admires; ni siquiera Maquiavelo.

Me dispuse a ver en la TV un panel, formado por dirigentes muy conocidos de cinco agrupaciones políticas, coordinado por un conocidísimo conductor televisivo, en un conocidísimo y popular canal de televisión, discutiendo un conocido tema (digamos que el tema es X y es un proyecto de gobierno). No hago mención de personas, o canal, dado que en todos sucede prácticamente lo mismo, con honrosas excepciones, y quiero alejar susceptibilidades.

Me hice una apuesta a mí mismo, de que adivinaría la respuesta de cada uno de los panelistas, a una pregunta del conductor y saben que: acerté en adivinar todas las respuestas. ¿Por qué?

Sencillo: porque todos  son predecibles.

Para mí y creo que para todos

Sigo siendo muy ingenuo al creer que siempre la opinión debe pararse sobre la realidad y luego sobre nuestros pensamientos a priori, y de ahí analizar los sucesos. Sino, podría ocurrir como a la iglesia católica cuando  se paró sobre su dogma para rebatir a Galileo y así le fue  — y  así nos va—.

Los panelistas, y políticos entrevistados, invirtieron la secuencia y se pararon sobre sus dogmas, su postura política, sus prejuicios o las órdenes que recibieron y desde allí analizaron a X, o sea la realidad. Se produce entonces un combate de opiniones en donde la verdad no está presente sino el dogma o la instrucción recibida de cada participante y la conclusión como consecuencia es absolutamente magra, mala además de predecible. No es mala la divergencia, es dialéctica pura, lo que es malo es el dogma, dado que si hay dogma o prejuicios el proceso desaparece.

Las respuestas son siempre las mismas, por más o menos sesudas que parezcan. Apoyaran un proyecto malo, rechazaran un proyecto bueno, o viceversa si les conviene.

Debemos recordar que todos los agrupamientos políticos están conformados por fragmentos de distintos partidos, que migran de ética, de idea, de manera impúdica, cuando migran de equipo, así de fácil; son exponentes puros de lo que Sygmunt Bauman describe en su obra “VIDA LIQUIDA.”

Aunque es difícil abarcarla en su totalidad dado que muchas veces es compleja o inasible, la verdad como realidad no es tan difícil de apreciar; todo dependerá en cuanto empeño pongamos en ello. Claro está que también nuestra apreciación u opinión estará ligada a nuestra cultura, conocimiento, capacidad de apertura mental, honestidad, etc. Mientras más cultivados estemos, más preparados estaremos para recibir y sostener a la verdad.

Yo pienso en lo siguiente: La verdad es la realidad y es quizás inalcanzable en términos absolutos, solo por la estrechez mental de quienes conducen, planifican o legislan, por lo tanto vivimos en un mundo ficticio plagado de mentiras, y en franco y decepcionante retroceso (Nuevamente Platón y el Mito de la Caverna)

El mayor problema es que esta circunstancia también lleva a la confusión de toda una comunidad, a debates insensatos y agotadores, y a divisiones innecesarias.

boca-verdad-detalleHay un mascara de piedra en Roma: La Boca de la verdad es una antigua máscara de mármol pavonazzetto, colocado en la pared del pronaos de la Iglesia de Santa Maria in Cosmedin en Roma el año 1632.  Esta mascara cuyo origen se estima al siglo I D.C., devoraba la mano de aquellos que mentían. Creo que seria un buen mecanismo hoy para verificar verdad y honestidad.

 «La primera víctima cuando llega la guerra es la verdad». Esta frase, atribuida a Esquilo inicialmente y luego al senador estadounidense Hiram Johnson en 1917: fue pronunciada hace casi cien años durante la Primera Guerra Mundial. Yo doy vuelta la frase, y me pregunto si no estaremos en guerra dada que hoy la gran víctima es la verdad.

La verdad nos hará libres reza el Nuevo Testamento: Axioma sabio y lapidario.

Y yo pienso que la verdad nos hará reales, sino seremos una ficción, o una pobre metáfora. Si la verdad no interesa, nada será real.

De acuerdo al pensamiento de Theodor Adorno, esta es una nueva botella con mi pequeña contribución. Veremos que corriente la lleva y adonde recala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión, es importante para mi.

CUENTOS PARA SER CONTADOS: LA GALLEGA

La Gallega (O la Santa María) Raúl Simoncini Relato —Así como lo cuento —dijo el viejo limpiándose las manos en su camisa y después tomar un...